AFP, EFE y REUTERS
BRASILIA - BRASIL
Dilma Rousseff llamó al Senado brasileño a votar contra su destitución e impedir “un golpe de estado”, antes de la votación que dejará a la izquierda fuera del poder del gigante sudamericano.
“Estamos a un paso de la concreción de un verdadero golpe de Estado”, denunció Rousseff durante su defensa en el Senado, en el umbral de su juicio político. “Y si se consuma, resultará en la elección indirecta de un Gobierno usurpador”, añadió la ex guerrillera de 68 años, quien repitió que es “inocente”.
Esta es la primera oportunidad que tiene la mandataria de defenderse en el Congreso. Y es la última carta antes de la votación que decidirá si la destituye o no, probablemente hoy martes.
“Lucho por la democracia, por la verdad por la justicia. Lucho por el pueblo de mi país”, dijo al pleno de 81 senadores, convertidos en una especie de gran jurado.
Cada vez más aislada políticamente, agobiada por la peor recesión económica desde los años 1930 y con su partido ametrallado por denuncias de corrupción, Rousseff fue suspendida de su cargo en mayo por acusaciones de maquillar las cuentas públicas.
llamar a elecciones. “Creo sinceramente que si hubiera una decisión que autorice mi destitución sin que se haya comprobado un crimen, estaremos frente a un golpe de Estado y también frente a una elección indirecta”, dijo Rousseff en la fase de preguntas a las que la someten los senadores.
Según Rousseff, una elección “indirecta supone un retroceso en relación a prácticas que el país ha superado tras la dictadura que gobernó entre 1964 y 1985 y representaría un pacto político sin el consentimiento de la población”.
“Defiendo que, en ese caso, el único pacto posible sea tejido con todos los brasileños, que deben ser llamados a posicionarse sobre una elección directa anticipada y una reforma política”, pues “no es posible gobernar con 35 partidos”, como tiene hoy el país, declaró.
Rousseff reiteró así una propuesta que presentó hace quince días, cuando se comprometió a que, si fuera absuelta y recuperase el poder del que fue suspendida el 12 de mayo pasado, promoverá un plebiscito para adelantar las elecciones previstas para octubre de 2018 y para que la sociedad se manifieste sobre una reforma política.