“Esta medición, que tiene una gran tradición y es la que el Gobierno considera oficial, muestra que hay un crecimiento importante y muy preocupante (del área de cultivos de coca)”, indicó Pardo en una rueda de prensa en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
Para el director de la oficina de la Atención Integral de la Lucha contra las Drogas, Eduardo Díaz, la situación preocupa porque hace nueve años “había una tendencia clara al descenso, y recuperar los niveles -hoy estamos a unas hectáreas por debajo de lo que estuvimos en 2007-, es supremamente preocupante”.
Pardo señaló que aunque aún no hay una investigación oficial de las causas del incremento, una de las razones más probables puede ser la suspensión en 2015 de la aspersión aérea con glifosato, un potente herbicida químico cuyo uso fue prohibido por el Gobierno por los posibles riesgos para la salud humana.
Asimismo, Pardo declaró el aumento del precio del dólar y la devaluación del peso colombiano como otra causa del crecimiento de los cultivos.
“La devaluación afecta todas las exportaciones, y el producto de la coca, que es la cocaína, es una exportación”, apuntó.
Pardo explicó que otro factor que afecta es que “ahora se puede cultivar coca en otros lugares donde no se cultivaba” por los efectos del cambio climático.
La estrategia del Gobierno para combatir este flagelo, según Pardo, se basa en tener “una intensa actividad” de las autoridades “en las cuatro áreas de mayor intensidad en cultivo de coca”, como el municipio de Tumaco (suroeste), que concentra el 17 % de la coca del país.
En ese sentido, la interdicción (incautar y destruir droga y laboratorios de procesamiento) se ha convertido en el método del Gobierno para erradicar el narcotráfico, según contó el consejero.
“Se ha fortalecido la interdicción. En este primer semestre ha significado capturas de cocaína (...) en una cifra similar a la de todo el año anterior. Es ligeramente inferior el primer semestre a lo que ocurrió a todo el año pasado”, informó.
El próximo domingo, el Gobierno y la guerrilla de las FARC comenzarán en el municipio de Briceño, en el departamento de Antioquia (noroeste), un plan piloto de sustitución de cultivos ilícitos en el marco de los diálogos de paz que se llevan a cabo hace más de tres años en La Habana y que están en su recta final.
“Esperamos que (el plan de sustitución) pueda permitir transformar el país y reducir de manera sustancial el área de cultivo en un tiempo razonable”, indicó al respecto Pardo.