“Lo que siempre se busca es la integración real. Que el tráfico fronterizo, tanto del servicio de carga como del transporte de pasajeros y el tránsito vecinal fronterizo, supere la burocracia y la lentitud”, resaltó como reflexión de la II Reunión de Gobernadores Paraguayos y Argentinos de la Frontera Común, que se retomó el jueves último, en la Conmebol, cuando también se reunieron los presidentes Mauricio Macri y Horacio Cartes.
Gneiting abonó su tesis de falta de voluntad de las instituciones con este ejemplo: A través del Mercosur se definió que en la frontera Encarnación-Posadas el control de cargas se realice en el lado paraguayo, en tanto que el control de pasajeros, en el lado argentino. “Los argentinos tienen que venir para el control de cargas a Encarnación y ahí, por ejemplo, falta un escáner. Entonces, hacemos toda la tramitación aquí y el camionero tiene que pasar de vuelta a Posadas a escanear otra vez el camión”. El anhelo de todos es que realmente en ese cruce fronterizo no haya control de cercanía, como ocurre entre Foz de Yguazú y Ciudad del Este. El control migratorio recién se realiza a 30 km de la ciudad a la que ingresa. También que funcione la tarjeta vecinal fronteriza. “Esto se plantea hace 15 años, pero veo difícil su adopción”, afirmó el gobernador, que ve factible mejorar la conectividad entre ambos países.