Este último había fallecido en el 2014, en un incidente que sigue sin esclarecerse, junto con su camarada José Manuel González, tras la explosión de una bomba.
Tanto el padre de la víctima como el senador Petta echaron por tierra la versión oficial sobre el polémico caso ocurrido en Cuero Fresco.
“Él era un especialista, muy experto y amaba su trabajo. Aparte de ser explosivista, era oficial de inteligencia. Él pudo haber incursionado en campos que a lo mejor le molestaba a mucha gente”, refirió el ex militar sobre su hijo.
Consultado si creía que pudo haber un infiltrado, alegó que podía ser, pero que no sabía. Refirió que hay mucha delincuencia y que él no manejaba la zona Norte.
“Por ahí, a lo mejor incursionó en un campo que es muy peligroso”, insistió, al tiempo que reiteraba que no creía que su hijo cometa un error en el manejo de explosivos. “Es (era) muy cuidadoso (...) Le conozco a mi hijo. No creo que haya sucedido eso”, manifestó.
Alegó que él es un oficial de ingeniería retirado y también manejaba explosivos. “Conozco el peligro, conozco el efecto destructivo de una onda explosiva”, remarcó.
“Mucho tiempo me callé en respeto a la comisión que está investigando el caso. Vine a informarme y llegamos a la misma conclusión: que no sirve para nada la versión dada por el oficialismo de cómo sucedieron las cosas”, dijo.
“La versión oficial no cierra para nada. No pudo haber sido así. Hay algo más que tiene que ser investigado”, sentenció.
Por su parte, Petta, quien también integra la comisión investigadora, mencionó que cuentan con pruebas de que vía Facebook, Piñánez advirtió al coronel Héctor Grau sobre la posibilidad de atentados internos y que estarían utilizando los patrullajes para matar a los oficiales que manejan información de la corrupción en la Fuerza de Tarea Conjunta, y terminó muerto.