El presidente del Senado, Roberto Acevedo, señaló ayer que los senadores ya no tendrán almuerzo este año, según lo resuelto por la propia Cámara, y que la licitación para compras de almuerzos ejecutivos y económicos, así como los bocaditos dulces y salados, entre otros servicios gastronómicos, son para los eventos que tienen previstos para este año (visitas de delegaciones, eventos del Parlatino, días festivos, entre otros), así como también para el almuerzo de los policías designados en el Congreso y el Senado. El gasto previsto es de un mínimo de G. 150 millones y máximo de G. 300 millones.
“Lo que ahora tenemos es una previsión para eventos internacionales. Sabemos que siempre hay visitas de delegaciones, legisladores extranjeros u otras autoridades, y tenemos que tener una previsión, lo que significa que si no hay no se va a gastar”, dijo, olvidando que el contrato establece un mínimo de gasto (G. 150 millones).
Agregó como eventos a los realizados por el Parlatino, audiencias públicas, días especiales como el Día del Trabajador, Día del Niño, Día del Agente, del Periodista, seminarios y foros.
Consultado sobre el menú económico que contempla la licitación, señaló (asistido por un secretario) que el mismo es para los agentes de policías que cubren el Senado, ya que no pueden abandonar la institución. Según las planillas de información del Senado, en el 2016 fueron comisionados en total 211 agentes policiales y 12 para el Congreso Nacional, que también depende del Senado.
Recordó que en una de las sesiones extraordinarias de la Cámara de Senadores, la senadora Desirée Masi propuso dejar en cero el rubro destinado a almuerzos para los senadores, en el Presupuesto General de Gastos 2017, lo cual fue aprobado. En ese tiempo, ÚH publicó los gastos millonarios previstos por el Senado para bocaditos, por lo que se frenó la licitación y se destapó el escándalo de gastos en dicha instancia legislativa y otras instituciones.