Gagnaire, defensor de la “cocina de la emoción”, subrayó en un comunicado que “Burdeos es una ciudad magnífica en una región dinámica que encarna el arte de vivir a la francesa y disfruta de una imagen excepcional en Francia y el extranjero gracias a sus gastronomía y sus vinos”.
El restaurante propondrá dos fórmulas a sus clientes: por una parte 20 cubiertos consagrados a la alta gastronomía y por otra, 45, en un ambiente más asequible, de “brasserie” francesa.
Para abordar esta transformación, el centro gastronómico cerrará sus puertas el primero de mayo hasta su reapertura el 24 de junio, cuando asuma el mando de esa cocina Gagnaire, de 66 años y nombrado mejor cocinero del mundo el año pasado por sus colegas de profesión en la clasificación de la revista “Le Chef”.
El propietario del establecimiento, el empresario viticultor y mecenas de arte Bernard Magrez, señaló que el nombre de Gagnaire “se impuso como una evidencia” a la hora de buscar un reemplazo en los fogones de un restaurante que cambia de modelo de negocio.
El pasado 15 de abril, Magrez y Robuchon anunciaron su ruptura profesional “amistosa”, a pesar de que el restaurante había obtenido dos estrellas Michelin, tan solo diez meses después de su apertura.
En ese momento, Magrez argumentó la falta de rentabilidad económica del proyecto.
“No existe aparentemente en Burdeos el potencial financiero y económico para un restaurante de alta gama como un tres estrellas”, destacó.
