En el área administrativa indicaron que el mismo ya no ocupa el cargo, por lo que queda vacante durante este receso parlamentario.
Vera había ingresado a la institución en el año 1981, por lo que tenía una antigüedad de 35 años.
Percibía un salario mensual de G. 19.700.000 más gastos de representación de G. 4.780.000, sumando un total de G. 24.480.000.
Su caso se suma al ex secretario general Darío Garcete, quien también había conseguido su retiro voluntario luego de 25 años en el cargo.
Este recibió la suma de G. 1.250 millones, y en su lugar por elección de una mayoría en el Senado quedó el funcionario Antonio Sánchez, quien estaba como director de la Comisión de Legislación. Así como en esa ocasión, también hay varios nombres en danza interesados en llenar la vacancia dejada por Vera.
De acuerdo a las informaciones que se manejan, al reinicio de las actividades parlamentarias, a partir de marzo, se estaría eligiendo un nuevo secretario, que no cumple las mismas funciones que las del secretario general. Prácticamente es su mano derecha.
Se citan como las obligaciones del que esté en el cargo de secretario: reemplazar al secretario general en todas las funciones, por ausencia o impedimento de este.
Eso es lo que establece el reglamento interno del Senado en su artículo 47. También, cooperar con el secretario general para el buen desenvolvimiento y organización de la secretaría.
Además, tiene la misión de controlar y distribuir convenientemente el personal de la sala; custodiar la biblioteca y el archivo, y recabar antecedentes y documentación necesaria para mejor el despacho de asuntos de la Cámara Alta.