“Dada mi relación con el presidente Ortega, que cultivé durante mis 5 años como gobernante (...) dada esa relación de hermandad que tenía con él, entonces yo decidí, porque me encontraba acá”, dijo Funes al Canal 4 de televisión local, propiedad de la familia del presidente nicaragüense.
De hecho, la solicitud de asilo fue una recomendación de su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ante una supuesta persecución de “la derecha” salvadoreña, aseguró el exgobernante, quien tiene tres meses de residir en Nicaragua.
“Los compañeros del FMLN, ellos tenían contacto conmigo, y ellos mismos me mandaron a decir que también ellos tenían información de que si yo regresaba a El Salvador, no sólo ponía en riesgo mi integridad física, sino que seguramente iban a violar mis derechos e iba a ser capturado inmediatamente, y ellos mismos, incluso, me recomendaron que procediera a solicitar el asilo político aquí en Nicaragua”, sostuvo.
Funes reiteró que la “derecha” de El Salvador lo persigue porque su Gobierno (2009-2014) suspendió los “privilegios” que el Estado otorgaba a los grandes empresarios en su país, lo que incluyó dos denuncias por corrupción.
“No pudieron seguir ejerciendo más negocios con el Estado, ni los privilegios del pasado, eso nunca me lo iban a perdonar y no me lo han perdonado”, aseguró el expresidente salvadoreño.
Funes, quien junto a su pareja y sus tres hijos recibió asilo político este 2 de septiembre, tras 24 horas de haberlo solicitado, es investigado penalmente en El Salvador por enriquecimiento ilícito y “posible” lavado de dinero durante su gestión, un proceso derivado de un juicio civil ordenado por el Supremo debido al incremento injustificado de su patrimonio en más de 700.000 dólares.
La Fiscalía salvadoreña también lo acusa de favorecer con contratos a su amigo y empresario de seguridad privada Miguel Meléndez, por lo que allanó sus empresas y la casa del expresidente, lo que Funes catalogó como “show” político.
El exmandatario niega que con su salida hacia Nicaragua busque “evadir la Justicia salvadoreña” e insistió en que está dispuesto a responder por los cargos, aunque reiteró que se siente inseguro en su país.