El homenaje al poeta, quien hoy hubiera cumplido 87 años, se celebró en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET), donde el director ejecutivo de la Fundación hondureña con el nombre del intelectual hondureño, Néstor Sosa, y el representante de la Fundación nicaragüense Esquipulas, Ariel Montoya, suscribieron el convenio.
Entre los invitados estaba la esposa del poeta, María Lidia Ortiz, quien hoy cumplió 80 años.
Néstor Sosa, nieto del poeta, dijo a Efe que el convenio tiene como objetivo “hacer intercambios culturales” y que los eventos que organicen las dos fundaciones serán promocionados en Honduras y Nicaragua.
Agregó que la Fundación Roberto Sosa, creada en enero pasado, prevé celebrar un congreso de escritores de Honduras, El Salvador y Nicaragua para promover la integración cultural de los tres países.
Además, entre otras actividades se espera “lanzar un premio internacional de poesía y un concurso infantil de poesía y cuento, ambos con el nombre de Roberto Sosa”, subrayó.
Montoya resaltó la obra de Sosa y su profundo contenido social y señaló que la Fundación Esquipulas también ha hecho alianzas con organizaciones culturales de Guatemala, El Salvador y Estados Unidos.
Explicó que el nombre de la fundación, que fue creada en el 2007, fue tomado de los Acuerdos de Esquipulas de 1987, que marcaron el inicio de la pacificación de Centroamérica.
El homenaje a Sosa concluyó con la lectura de algunos de sus poemas y de autores nicaragüenses, entre ellos Rubén Darío.
El poeta Roberto Sosa nació el 18 de abril de 1930 en la ciudad de Yoro, departamento del mismo nombre, en el norte de Honduras.
El intelectual hondureño, que estudió artes en Ohio, Estados Unidos, escribió para diarios revistas de Honduras y Centroamérica, y en 1971 recibió en Cuba el Premio Casa de las Américas por su libro “Un mundo para todos dividido”.
Entre otros reconocimientos, en 1968 por su libro “Los pobres”, se hizo merecedor al Premio Adonáis de Poesía, de España, y en 1990 el Gobierno de Francia le condecoró con el grado de Caballero en la Orden de las Artes y las Letras.
Roberto Sosa, quien comenzó a publicar sus obras a finales del decenio de los 50 del siglo pasado, murió en Tegucigalpa el 23 de mayo de 2011 dejando un rico legado cultural a su país.
