“Afortunadamente la justicia existe, porque soy una funcionaria antigua del Ministerio de la Mujer, estoy en Atención a Víctimas de Violencia, y desde que la ministra Ana María Baiardi ingresó a la institución sufrí persecución”, relata la mujer.
Señaló que nunca tuvo problemas con autoridades anteriores y que con la actual ministra tuvo su primer tropiezo aparentemente por ser sindicalista.
“He pasado por muchas administraciones, pero persecución de esta naturaleza nunca tuve. La ministra alega que soy indisciplinada. Lo primero que hizo fue ordenar un sumario administrativo fraguado por personas que le llevaban chismes. Entonces la directora de exámenes y ambas asesoras jurídicas dictaminaron mi sumario y eso se llevó a la Presidencia de la República, de donde salió mi juez sumariante, y me suspendieron por siete días por supuesta acumulación de faltas breves y supuesto maltrato a una compañera”, relató.
Contó que inmediatamente accionó en el Tribunal de Cuentas Primera Sala en lo contencioso administrativo de donde obtuvo el pasado 22 de diciembre una sentencia que hizo a lugar la demanda y revocó la Resolución 083/2015 del Ministerio de la Mujer, imponiendo las costas a la institución.
El mismo fallo no hizo a lugar la “excepción de prescripción” que presentó la Procuraduría General de la República en dicho caso.
Otra situación sufrida que contó fue una arbitraria orden de traslado a una sede de Villa Elisa del Ministerio, que también logró anular en el Tribunal de Cuentas, esta vez Segunda Sala, a través de una sentencia definitiva. Señaló que planea demandar ya en lo Civil, a menos que cesen las persecusiones en su contra.