La Cámara de Senadores sesiona este miércoles en forma extraordinaria para designar al reemplazante del renunciante ministro de la Corte, Víctor Núñez.
Si bien en la víspera se anticiparon los votos a favor de Linneo Ynsfrán y se esperaba que la sesión sea un mero trámite para confirmarlo, las internas coloradas cobraron protagonismo y nuevamente queda evidenciado el resquebrajamiento dentro de la Asociación Nacional Republicana (ANR)
Es que el grupo de senadores colorados disidentes anunció con anticipación su apoyo al candidato seleccionado y esa propuesta fue acordada con bancadas opositoras al partido de Gobierno.
Lilian Samaniego, senadora y actual presidenta del Partido Colorado, encendió el debate con su intervención realizando graves acusaciones contra sus correligionarios.
“Nosotros, desde el oficialismo, lamentamos el acuerdo entre los partidos de oposición al Partido Colorado y mis propios correligionarios”, comenzó diciendo antes de realizar las acusaciones más graves.
Trató a sus colegas colorados de ser funcionales a los adversarios históricos de la ANR. Les criticó por excluir a los legisladores oficialistas del diálogo para consensuar la figura.
“Este acuerdo no es solo para la elección de un candidato; es un acuerdo para la destrucción del Gobierno”, afirmó la legisladora y generó nerviosismo de sus correligionarios que no tardaron en responderle.
El primero de todos fue Silvio Ovelar, quien fustigó a Samaniego por sus afirmaciones y por considerar que los acuerdos políticos sean con el supuesto afán de destruir al Gobierno.
Incluso le recordó que ella formó parte y fue una de las principales responsables de las negociaciones entre el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y la Asociación Nacional Republicana (ANR), más conocido como el pacto Azulgrana, que llevó al liberal Blas Llano a presidir el Congreso.
“Hoy como senadores vamos a cumplir con nuestro rol constitucional y podemos acordar con cualquiera de los partidos. Pero eso no significa la destrucción del Gobierno”, afirmó.
En ese mismo tenor se refirió Gustavo Alonso al no aceptar las acusaciones de la senadora colorada y calificándolas como graves, fuera de lugar e irracionales.
“Nos acusa de querer destruir al Gobierno y nos da el mote de disidente nuestra propia colega y presidenta del partido. Nosotros no nos declaramos disidentes al Gobierno. Tenemos nuestra disidencia por como se viene manejando y vaciando el Partido Colorado”, expresó.
Fue más fuerte aún cuando calificó de “pusilánimes” a las personas de su partido que no dicen cuando el presidente de la República, Horacio Cartes, comete equivocaciones.
Sin embargo, el más lapidario fue Juan Carlos Galaverna, quien pidió disculpas a la ciudadanía por el bochornoso espectáculo que estaban ofreciendo los senadores colorados.
Aclaró que nunca nadie excluyó a la senadora Lilian Samaniego, sino que fue ella misma quien decidió apartarse de la bancada colorada mayoritaria. También ironizó sobre la traición por supuestamente acordar con otros partidos y otra vez le hizo recordar sobre las negociaciones con el PLRA.
Por más que dijo no tener ánimos de polemizar, mencionó que no quería extenderse sobre el tema porque la senadora Lilian Samaniego es presidenta del Partido Colorado, es una mujer “y porque tiene muchas limitaciones para debatir”.
El internismo colorado se inició con la designación del diputado Pedro Alliana como el candidato oficialista para presidir la ANR y con fuerte apoyo del presidente de la República, Horacio Cartes. Eso no cayó bien en filas de los senadores disidentes que decidieron acompañar la postulación de su colega Mario Abdo Benítez.