No recibió la visita de sus hijos ni de su esposa, hermanos, colaboradores más cercanos y mucho menos de aquellos a quienes supuestamente colocó en lugares estratégicos dentro su administración en la Universidad Nacional. A simple vista, todos le dieron la espalda en estos momentos difíciles.
Para el ex hombre fuerte de la UNA el día de su onomástico fue un día como cualquier otro, sin celebración. Este año la austeridad fue la característica: nada de actividad social ni derroche en festejos.
El sábado estuvieron de visita su hijo Arturo y su hermano Nelson, concejal de San Lorenzo. Le llevaron ropa y otros enseres de primera necesidad para uso personal.
El día del cumpleaños no hubo un menú especial, por eso un suculento caldo fue su menú principal.
Peralta ya se encuentra en el pabellón Libertad, donde necesariamente debe tener alguna actividad, ya que el lema de ese pabellón es Cero ocio. Como el interno es docente, tendrá que ayudar a otras personas en ese rubro, es decir enseñar lo que sabe a otros internos. Esto teniendo en cuenta que es parte del programa de reinserción en el pabellón donde fue ubicado, como lo hacen Gustavo Gamba, ex fiscal, quien asesora jurídicamente a otros internos.
Froilán fue procesado por el delito de inducción a un subordinado a un hecho punible, y se expone a una pena de hasta tres años de cárcel. Los demás funcionarios investigados fueron imputados por cobro indebido de honorarios.
Según la Fiscalía, él permitió que estas personas ocuparan los cargos sin tener el perfil requerido.