Según la página www.granlogia.org.py, que corresponde a la Gran Logia Simbólica del Paraguay, cuyo gran maestro es Carlos Quiñónez Quiñónez, la masonería es una institución esencialmente filosófica, filantrópica y evolutiva.
Su razón de ser es el amor a la humanidad. Tiene por objeto la investigación de la verdad, el estudio de la moral universal y la práctica de todas las virtudes.
También observa como reglas: la igualdad, la caridad y la fraternidad. Persigue como fines: el perfeccionamiento, la unión y la felicidad del hombre. Considera la libertad de conciencia como un derecho innato a cada ser humano y a nadie excluye por sus creencias u opiniones religiosas.
Valora el trabajo obligatorio y lo impone como uno de los principios más necesarios a la humanidad.
Recomienda a sus iniciados la práctica de absoluta tolerancia en materia política o religiosa, para no coartar el ejercicio de la libertad de conciencia. Les aconseja el respeto y la observancia de las leyes del país en el que residen y les aconseja combatir la tiranía, la ignorancia y los vicios en todas sus formas, así como observar la protección y defensa mutua.
Código moral. La masonería también tiene un código moral, el cual señala que si haces el mal no esperes el bien, estima a los buenos, ama a los débiles, apártate de los malos, pero no odies a nadie. Agrega que en la senda del honor y la justicia está la vida, mas el camino extraviado conduce a la muerte. Hay que también señalar que en el caso del fiscal Rubén Villalba, según fuentes de la investigación, tanto denunciante como denunciado son de la masonería.
El juez fue suspendido por la Corte mientras que el fiscal todavía no por la Fiscalía.