Aunque la enorme búsqueda por mar y aire del vuelo MH370 de Malaysia Airlines continúa a casi 2.000 kilómetros de la costa de Perth, las esperanzas se han centrado en que el vehículo submarino autónomo Bluefin-21 encuentre la primera señal concreta del avión en más de seis semanas de escudriñamiento.
Las autoridades malasias aún no han descartado problemas mecánicos como la causa de la desaparición de la aeronave Boeing 777, pero afirman que las evidencias sugieren que el avión fue desviado en forma deliberada desde su ruta programada desde Kuala Lumpur hacia Pekín.
Datos y conversaciones de la tripulación grabadas por la caja negra del avión podrían entregar respuestas respecto a qué le sucedió al avión perdido.
Un problema técnico no especificado hizo que el Bluefin volviera a la superficie temprano el miércoles y un análisis de datos de sonar descargados del aparato no mostraron detecciones significativas, afirmó la agencia australiana que dirige la búsqueda.
Posteriormente, el dispositivo submarino fue relanzado al mar para continuar con su labor.
El submarino tuvo que poner fin a su primer despliegue el lunes por la mañana después de que superó su límite de profundidad de 4,5 kilómetros en esa remota área de océano donde las autoridades de búsqueda creen que se estrelló la aeronave con 239 personas a bordo tras su desaparición el 8 de marzo.
La introducción del Bluefin marca una nueva fase de la búsqueda, más lenta y metódica, que hoy cumple 40 días y que ha sido descrita por el coordinador de los esfuerzos, el mariscal jefe retirado de la Real Fuerza Aérea australiana, Angus Houston, como la más cara en la historia de la aviación. REUTERS