Consideró que el crecimiento tiene que recibir un estímulo, y las recomendaciones del organismo multilateral han sido que las políticas económicas tiendan a brindar respaldo a la demanda y que estén adaptadas a situaciones específicas de cada país.
“Para estimular el crecimiento y el empleo es necesario mantener vigentes la orientación monetaria con capacidad de adaptarse y las políticas fiscales de respaldo, siempre que sea posible. Pero es crucial imprimir más eficacia a las políticas y dejar asegurada la estabilidad financiera, corrigiendo las situaciones de sobreendeudamiento y promoviendo la inversión productiva, en lugar de la asunción excesiva de riesgos financieros”, manifestó.
Lagarde enfatizó que se deben tener muy presentes los riesgos para la estabilidad financiera, que emanan de las tasas de interés bajas (en el mercado internacional), de la volatilidad de precios de las materias primas y del tipo de cambio, además de la próxima suba de tasas de interés de Estados Unidos. “Estos riesgos financieros han aumentado y están migrando de las economías avanzadas a los mercados emergentes”, apuntó.
REFUERZO. Por otra parte, el impacto de la asincronismo (falta de coincidencia temporal) de las políticas monetarias de los diversos países en las monedas y los flujos de capital hacen que se vea la necesidad de reforzar la capacidad de resistencia del sistema monetario internacional, promover la integración de las economías emergentes dinámicas y dejar asegurada una red de protección mundial, declara el Fondo.
“Para mejorar, tenemos que hacerlo juntos, la cooperación internacional es esencial para estimular el crecimiento de hoy y de mañana”, concluyó la número uno del ente monetario.