El Fondo Monetario Internacional en los últimos tiempos ha dedicado sendas publicaciones sobre Paraguay. Una fue en su blog Diálogo a fondo, bajo el título Por qué 2018 será un año decisivo para Paraguay, por Hamid Faruqee y Antonio C. David, técnicos y representantes de este organismo multilateral. Y las otras fueron entrevistas, declaraciones públicas y escritos hechos por Christine Lagarde, su directora-gerente, con motivo de su reciente visita a Paraguay. Son dignos de destaque por la obvia trascendencia del FMI así como de su máxima autoridad y de sus técnicos para nuestro país.
He aquí algunos de sus pensamientos centrales sobre la coyuntura de Paraguay.
“SOLIDEZ NOTABLE”. Es la expresión utilizada por ellos, señalando que se trata de una pequeña economía abierta que es vibrante a pesar de choques externos profundos. Aunque los dos socios comerciales más grandes de la región —Argentina y Brasil— sufrieron recesiones y los precios de las materias primas cayeron, el crecimiento de Paraguay conservó su capacidad de superación ante tales fenómenos perturbadores en 2015 y 2016. Es interesante observar que la economía paraguaya no se movió en sincronía con las de sus vecinos más grandes gracias a “políticas de apoyo adecuadas, una base económica más diversificada y a choques favorables de la oferta”. Agreguemos aquí que nuestra economía ha crecido un promedio entre 4% y 5% en los últimos diez años.
REFORMA TRIBUTARIA. Mayor recaudación será importante para atender las necesidades de gastos públicos, preservando a la vez “solidez fiscal y bajo nivel de deuda”. El sistema tributario de Paraguay se caracteriza por bajas tasas impositivas y el uso intenso de impuestos indirectos como el IVA, con escasa recaudación proveniente del impuesto a la renta personal. “Parece haber llegado la hora de plantearse una reforma tributaria que amplíe la base y mantenga tasas competitivas, entre otras cosas reduciendo desgravaciones y exenciones mucho más generosas que las de los pares de la región”. Eso ayudaría en temas como la progresividad tributaria y la desigualdad del ingreso (sic).
“EN DÍAS SOLEADOS, REPARAR EL TECHO”. Esta metáfora, utilizada por Christine Lagarde en su visita, no fue pasada por alto. Es loable lo logrado por el país, pero aún es mucho lo que hace falta hacer. En el mencionado blog del FMI puede leerse también que “ahora, en el contexto de una incipiente recuperación regional, Paraguay avanzará aún más. Es probable que nuestros pronósticos de crecimiento se revisen al alza (en alrededor de ¼ de un punto) y superen ligeramente 4% tanto en 2017 como en el 2018 gracias al vigor inesperado de la demanda interna. Esta será una oportunidad para atacar muchas de las dificultades estructurales... que le han impedido al país acelerar la convergencia en términos del ingreso con sus pares de la región”.
DESAFÍOS PARA EL NUEVO GOBIERNO. Uno de los retos más importantes para las próximas nuevas autoridades será trabajar en prioridades de políticas públicas a los efectos de conseguir preservar la envidiable estabilidad económica y abordar con más ahínco los obstáculos estructurales —como la infraestructura— a fin de promover la prosperidad y la igualdad (sic). La directora-gerente del FMI, la Sra. Lagarde, ha completado este análisis recordando que nuestro país, además, debe prestar más atención a la justicia social, en específico a la llamativa inequidad, en perjuicio de las mujeres.
Cuando el nuevo gobierno asuma el poder, será crucial reavivar el ímpetu de la reforma en sectores como la salud y la educación. Por último, “otro sector crítico es la reforma de las pensiones, ya que el sistema actual, fragmentado y subfinanciado, no canaliza suficientes ahorros nacionales hacia la inversión productiva”. La invocada reforma legislativa de las pensiones puede mejorar la supervisión, pero sigue siendo una tarea inconclusa.