Al son de Still Loving You, de la banda hard rock y heavy metal Scorpions, los universitarios se disponen a cambiar uno de los dígitos del contador que registra los días que las autoridades del Consejo Superior Universitarios (CSU) dejaron que la crisis se agudizara al no decidir la intervención y apartar del cargo al decano Éver Cabrera.
El escalafonamiento meteórico de Cabrera días antes de la elección y las denuncias que pesan sobre él encendieron la indignación de los jóvenes, que exigen una facultad dirigida por personas capacitadas y de prestigio académico que rompan con el esquema prebendario y clientilista de la claque.
Herbert Segovia, presidente del Centro de Estudiantes de Fiuna, dijo que sus compañeros notan que no existe predisposición por parte de las autoridades para destrabar esta situación que pone en juego la formación de 2.500 universitarios, porque el decano se resiste a dar un paso al costado. “Él (Cabrera) está haciendo mucho daño a la institución”, indicó.
EL DÍA D. El CSU sesionará nuevamente mañana tras innumerables lobbies para que este órgano de gobierno de la UNA trate la crisis. “Estamos esperanzados en que esta vez se apruebe la intervención”, dijo Segovia.
El pasado 27 de octubre, en el día 83 del paro, con 20 votos a favor y 18 en contra de la intervención, el Consejo omitió la recomendación de los mediadores de la crisis y dio 15 días más al ingeniero Éver Cabrera para que solucione lo que no pudo en más de dos meses.
RECHAZO. El pasado 5 de agosto, el 84% de los estudiantes de Fiuna decidieron ir a paro exigiendo la renuncia del decano. Días antes se manejaba la información de que el nuevo decano tenía cuentas pendientes con la justicia. “Él dijo que no tenía abierta ninguna causa, nosotros pudimos verificar que sí tenía dos”, dijo Segovia.
De esta manera, la honorabilidad de Cabrera fue cuestionada. Los universitarios manejaban también la información de que la nueva cabeza de la institución mostraba en el INTN una conducta autoritaria, perseguía a los funcionarios, hacía traslados arbitrarios, según relataron. “Esto pudimos constatar en su actuar como decano”.
Apenas asume el decanato y se le da la bienvenida con paro, Cabrera decide enviar a abogados y escribamos para sacar fotos a todos los estudiantes que no entraron a clases acatando la medida estudiantil y luego el 26 de agosto presentó un amparo contra diez universitarios. “Nos envía un abogado del INTN para amedrentarnos usando para fines personales recursos de otra institución. También nombró a uno de sus leales de esta institución como director de la carrera Mecatrónica”, aseguró.
Cabrera dijo que lo que están haciendo los estudiantes es una “dictadura disfrazada” y que tomaría las acciones legales ante las guardias que montan los jóvenes frente a su casa y que afectan a sus familiares. Indicó que los jóvenes están siendo manipulados.
Estas declaraciones fueron desmentidas posteriormente por el presidente del centro, Herbert Segovia. Luego de 101 días, puede que mañana el CSU decida intervenir Fiuna.