Cuando se hacen más eficientes los procesos, hay gente que puede desarrollar otro tipo de funciones y no el de rutina. Igual pasa con los canales de distribución, con los recursos, materias primas o insumos que se utilizan, señaló.
Agregó que dependiendo de con qué anticipación se organiza, cuando se hace más rápido o reacciona de manera más flexible o mucho más concentrado en los resultados buscados, se utiliza menos recursos; entonces, la inversión es mucho menor y los resultados mucho mejor, sostuvo.
Waisman resaltó que cuando la organización genera mejores resultados y es más competitiva tiene más recursos financieros para poder devolverlo a sus empleados.
“Mientras los empleados, con estos conceptos, mejoren su competitividad laboral y sean más productivos, obviamente están sujetos a hacer lo mismo con menos esfuerzo por lo cual el beneficio es también para ellos”, explicó.