Ni un gramo de polvo blanco fue hallado ayer, al menos en el tubo más grande que pudo ser abierto por los herreros contratados por la unidad fiscal antidrogas, de los dos que –se presumía– la banda de narcotraficantes utilizaría para traficar grandes cantidades de cocaína.
El procedimiento, que duró casi todo el día, se inició aproximadamente a las 08.30, encabezado por la agente fiscal Lorena Ledesma y conjuntamente con agentes de la Senad, en un depósito de la ciudad de San Antonio, donde estaban las dos piezas cilíndricas, propias de la molienda de caña de azúcar. La agente mencionó que se abren las piezas cilíndricas para descartar que lleven ocultos cargamentos de cocaína.
Estas piezas serían de los mexicanos que habían sido detenidos por agentes de la Senad en Villa Elisa, el pasado 7 de diciembre, en posesión de 309 kilogramos de cocaína repartidos en 300 panes. Entre los detenidos se encontraba uno de los supuestos jefes del cartel de Sinaloa, Jimmy Wayne Galliel, secretario del Chapo Guzmán. La banda había montado en el local de San Antonio una empresa denominada La Paraguayita Import & Export, que se encargó de importar las piezas de la maquinaria, y que luego debían ser enviadas a Holanda. También alquilaron una vivienda de dos plantas sobre la avenida Von Polesky casi Defensores del Chaco, en Villa Elisa, que tenían como base de operaciones y lugar donde fueron detenidos por agentes de la Senad.
Similitud. Ledesma explicó que en México se habían incautado en varios procedimientos cocaína dentro de piezas similares a las que fueron encontradas en el depósito de San Antonio. Es por ello que existe la necesidad de que se descarte que dentro de las piezas exista o no droga, explicó.
Uno de los cilindros sí lograron abrir y corroboraron que no había ningún cargamento. Por el otro tambor trabajaron más de siete horas y no lograron vulnerar el hierro. La fiscala adelantó que el trabajo continuará hoy a las 10.00, esperando tener éxito.
Los investigadores confirmaron que las dos piezas fueron embarcadas en el puerto de Veracruz, México, y llegaron hasta Paraguay, y fue desembarcado en el Puerto Caacupemí, y de ahí trasladado hasta el depósito en pleno centro de la ciudad de San Antonio.