El que fuera jefe de la Comisaría 4ª Metropolitana, comisario principal Jorge Ignacio Zárate, fue separado de su cargo y puesto a disposición de la Comandancia de la Policía Nacional, a raíz de que el sábado pasado su subalterno, el suboficial Johnny Orihuela, disparó contra el ciudadano Richard Pereira, en un confuso procedimiento sobre 24ª Proyectada y Pa’i Pérez, dejando parapléjico al joven con la bala que le metió en la nuca.
Los uniformados ya fueron puestos a disposición del Ministerio Público y de Asuntos Internos de la Policía Nacional, además de la Justicia Policial. Sin embargo, hasta el momento, la fiscala Pamela Pérez, quien investiga el hecho en representación del Ministerio Público, no cuenta con elementos suficientes para imputarlos.
Para el jefe de la Dirección de Asuntos Internos de la Policía, comisario principal Eladio Sanabria, a primera vista del video del circuito cerrado, donde se observa el procedimiento policial, se puede deducir que se trató de un abuso de poder por parte del policía Johnny Orihuela, quien realizó el disparo. Expresó, además, que para hacer un juicio de valor observarán nuevamente –y muchas veces si es necesario– la grabación para dar luego un informe con respecto a lo ocurrido esa noche.
La fiscala Pamela Pérez dijo que existen dos versiones sobre el hecho donde policías hirieron de un disparo en la nunca al joven Richard Pereira. Señaló que la versión oficial indica que el mismo disparó contra la patrullera, por lo que los agentes reaccionaron. Una filmación será clave para la pesquisa.
“Para nosotros va a ser armar un rompecabezas, que empieza desde los procedimientos, testimonios y pericias. Es un caso bastante complejo, pero vamos a hacer el esfuerzo para llegar a la verdad”, dijo la fiscala. La agente reconoció que se dieron algunas irregularidades en el procedimiento policial. “El hecho se comunicó una hora después de lo ocurrido. Ellos hicieron la prueba de nitrito y nitrato, la de alcotest, al joven y el resultado fue negativo”, dijo.
DE ALTA. El padre del joven que recibió el disparo a manos de efectivos policiales de la Comisaría 4ª Metropolitana dijo que su hijo ya salió de alta. Según el informe médico, el mismo ya no podrá caminar.
“Mi hijo salió de alta. La bala destruyó los nervios y él ya no va a caminar. Siento que le metieron un plomo a mi hijo y me lo tiraron en mi casa. Nadie se acercó a nosotros, nadie se hizo responsable. Nadie ni siquiera me llamó ni habló”, dijo a varios medios.
El diagnóstico médico indica que la bala destruyó sus nervios y clínicamente ya no se puede hablar de una recuperación, tras el hecho registrado el pasado 13 de agosto.