La detención de un fiscal por sospechas de interferir en investigaciones anticorrupción llevó ayer al seno del Poder Judicial brasileño la operación Lava Jato. “Por pedido mío, el ministro (juez de la Corte Suprema) Edson Fachin, ordenó la prisión preventiva del fiscal Angelo Goulart Villela y del abogado Willer Tomaz”, informó el fiscal general, Rodrigo Janot. La orden fue dada “con el objetivo de interrumpir sus actividades ilícitas”, agregó. Goulart Villela participaba en una operación lanzada en 2016 para investigar el supuesto desvío de recursos de fondos de pensiones. Su nombre surgió en las explosivas delaciones del empresario Joesley Batista, dueño del grupo JBS. El fiscal y el abogado detenidos son investigados por tentativa de interferir en las investigaciones de la operación que involucra al grupo J&F (que controla JBS) y de estorbar el proceso de negociación del acuerdo de delación premiada de Joesley Batista”, precisó Janot. afp