Como todos los años, en épocas de escurrir la producción de soja, se van formando cuellos de botella a la hora de sacar el producto del país. La fila de 6 kilómetros a lo largo de la ruta 3 General Aquino, entre Limpio y Emboscada, y los atrasos para el desalijo en los puertos ubicados en la zona son muestras de la falta de capacidad logística tanto del sector privado como la que tiene que brindar el Estado.
De hecho, el sector sojero ya había advertido a ÚH sobre los problemas que se veían venir hace dos semanas, cuando se dio arranque a la cosecha de la oleaginosa, que este año llegará a una producción de 9 millones de toneladas, una de las mejores zafras de la historia.
De esta cantidad, se prevé la exportación de unas 5,5 millones de toneladas de granos, mientras que el restante quedará en manos de las nuevas industrias aceiteras, que procesarán la materia prima.
La banquina de la ruta 3, en el tramo mencionado, está colmada de unos 470 camiones cargados de soja, algunos esperando hace más de 72 horas descargar en los puertos Unión y Caacupemí.
820 camiones. En los estacionamientos de dichos puertos y en los caminos internos que se dirigen hacia las terminales portuarias existen otros 350 camiones en la fila, con lo que el total parado asciende a unos 820 vehículos de gran porte que llegan de distintos puntos del interior del país.
Conductores, quienes prefirieron no identificarse por temor a perder su empleo, indicaron que algunos desde el sábado pasado esperan que les llegue su turno para descargar.
De acuerdo a la versiones de los mismos, el problema está en la logística de los puertos que no dan abasto a la gran cantidad de carga que no para de llegar.
ÚH fue hasta la entrada de ambos puertos, pero no fue permitida la entrada; ya en comunicación telefónica, prometieron retornar la llamada desde los puertos Caacupemí y Unión, para conocer más detalles sobre los atrasos, pero al cierre de esta edición no hubo respuestas.
Siempre según versiones de los camioneros, los puertos no están trabajando las 24 horas como habían prometido; además, la copiosa lluvia del miércoles habría inundado parte de las terminales portuarias, por lo que los trabajos se retrasan aún más.
También a raíz de la copiosa lluvia muchos camiones, cargados con 26 toneladas de soja, cada uno, quedaron atorados en el barro en los accesos a los puertos. Los propios camiones sojeros estaban sirviendo de remolque, de acuerdo a lo que constató ayer ÚH.
