Gustavo A. Olmedo B.
ENVIADO ESPECIAL A TAIWÁN
Un impactante mar de luces, con formas humanas, de animales e imponentes castillos, inunda el amplio parque ubicado en el Condado de Chiayi, colmado de miles de personas que disfrutan del singular espectáculo. Una hermosa y enorme nube de brillantes faroles se eleva lentamente hacia los cielos en Pingxi, un poblado de Nuevo Taipéi, despertando emociones y buenos deseos de millares de expectadores. Son expresiones del tradicional Festival de las Linternas, evento que forma parte de las celebraciones del Año Nuevo Chino desarrolladas en las últimas semanas en la República de China, Taiwán, en esta ocasión con la participación –como invitados de la Embajada de este país– de una delegación de periodistas de 12 países del mundo.
Las llamadas linternas (figuras iluminadas) y los faroles son elementos muy importantes dentro de la cultura china; estas últimas tendrían incluso su origen en el año 250 a.C.
Cientos de miles de niños, jóvenes y adultos, así como familias enteras se reúnen en estas fiestas de origen milenario, que en estas fechas se replican de diferentes formas en varios pueblos y ciudades de esta hermosa isla de unos 23 millones de habitantes, y que busca mantener vigentes las tradiciones más primitivas de la cultura asiática.
Estos eventos de luces, que son una llamada a la esperanza y la prosperidad en el año que se inicia, van acompañados de desfiles con disfraces de dragones, danzas tradicionales y espectáculos de tambores taiwaneses, así como en las calles, los malabaristas demuestran sus destrezas con el fuego, las argollas iluminadas y rápidas boleadoras.
En Chiayi, un gran espectáculo de baile, música y fuegos artificiales, así como de ferias de jóvenes emprendedores, precedió el encendido de una gigantesca figura giratoria, de más de 40 metros de altura, con forma de perro, considerando que este es el Año del Perro de Tierra, el undécimo signo del zodiaco chino. A estos se sumaron la instalación de cientos de linternas o estructuras iluminadas, con temática variada, distribuidas por todo el parque, preparadas por organizaciones particulares, firmas comerciales y el Condado o municipalidad local. Personajes de los animés, figuras de cuentos universales, pesebres, edificios tradicionales, castillos y hasta paisajes urbanos y naturales estaban representados con estas estructuras de acrílico y fina tela de diversos colores, relacionados con la buena suerte y los deseos positivos.
El Festival de las Linternas, en la localidad de Pingxi, en Nuevo Taipéi, consiste en una fiesta en la que miles de faroles se elevan al cielo ante la mirada y admiración de millares de turistas y visitantes de ciudades aledañas. Comentan que antiguamente este ritual era llevado a cabo para avisar al resto de la región de posibles invasiones y ataques hostiles; hoy se ha convertido en un símbolo de alegría y esperanza.
“En el Festival de las Linternas se eleva un mensaje de prosperidad, alegría, esperanza y buenos deseos para todos. Es una fiesta que queremos compartir con el mundo”, señala Ying, Jenq-Ren, de la Cancillería de Taiwán, quien acompañó a la delegación de periodistas.
Un espectáculo digno de conocer y disfrutar.
