“Médicos del Sirio-Libanés me declaran clínicamente sano y limpio de todo tipo de cáncer. Estoy muy feliz y gracias a todos”, señaló el ex presidente de la República a través de su cuenta de Twitter.
Lugo sufría de un cáncer linfático, que le fue diagnosticado a inicios de agosto del año 2010, cuando era jefe de Estado. Los médicos habían confirmado en ese entonces que el caso era tratable.
Fue intervenido quirúrgicamente y recibía todos sus tratamientos en el hospital Sirio-Libanés en Brasil, a donde viajaba periódicamente.
Finalmente, a poco tiempo de cumplirse cinco años de haberse detectado el linfoma, los médicos anunciaron que la enfermedad ya no está presente.