Con calles destrozadas como Progreso y Roberto L. Pettit, en el barrio San Juan de zona Sur, Fernando de la Mora cumplió ayer 76 años de la creación del distrito. Este panorama atenta contra las intenciones de reelección del intendente colorado Édgar Quintana y la mayoría de los ediles.
El barrio San Juan, a pesar de su privilegiada ubicación, entre las avenidas Defensores del Chaco y Acceso Sur, se caracteriza por contar con calles que parecen un campo de batalla, como Progreso y Roque González de Santa Cruz, que tienen zanjones formados por el raudal y que cortan el paso vehicular.
“El año pasado y este año nunca se le vio al personal de la Municipalidad arreglar estos destrozos que no son nuevos, pero que tampoco se ve cómo solucionarlos, de colocar desagüe pluvial, ya que son problemas antiguos”, dijo Lorenzo Fernández, un trabajador antiguo en la zona.
Rodolfo Hoje, dueño de un taller situado sobre Roque González de Santa Cruz, tuvo que mandar arreglar por su cuenta casi una cuadra del barranco para seguir trabajando, ya que el intendente le dijo a un vecino que solicitó presencia municipal que no hay fondos para la obra. El resto de la cuadra, en unos 200 metros, sigue intransitable hasta Soldado Ovelar.
rejillas rotas. Otra particularidad en zona Sur es que en dos arterias que convergen en Avda. Defensores del Chaco las rejillas del desagüe pluvial están hundidas, impidiendo el paso vehicular. Acontece en las intersecciones con Roberto L. Pettit y Progreso.
En Saturio Ríos y Tte. Martínez el asfaltado y el hormigonado realizados años atrás ya no existen.
En zona Norte, el asfaltado de transitadas calles también presenta deterioros que son antiguos, según referencias de los pobladores. Uno de los sitios más abandonados es la concurrida esquina de Coronel Rafael Franco y Liborio Talavera, a una cuadra de la ruta 2, donde hay desechos cloacales lanzados a la vía pública, el asfaltado se encuentra deformado y, además, existe una chatarrería que funciona en la calle y que atrae todo tipo de alimañas que ingresan a las viviendas. “Hasta víboras nos invaden”, dijo Roberto Pereira.
Cerca de la avenida Santa Teresa, las calles Epopeya Nacional y Juan O’Leary siguen con el asfaltado, colocado años atrás, totalmente erosionado en casi toda su extensión.
Al igual que en Asunción, las autoridades comunales de Fernando de la Mora también acusan al factor climático de los grandes pozos existentes en la ciudad.