La dirigente Alicia Amarilla, de la Coordinadora de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri) explicó a ÚLTIMAHORA.COM que al crear conciencia sobre los alimentos libres de químicos también se defiende la soberanía alimentaria, ya que no dependen de ninguna empresa multinacional para producir.
A esto se suma que los costos son menores, ya que los productores guardan sus propias semillas y la plantan al año siguiente luego de preparar el suelo que mantiene los minerales necesarios para una buena zafra. Los labriegos conocen estas prácticas agrícolas que se transmiten de generación en generación.
Por este motivo alegan que no necesitan las semillas transgénicas que ofrecen las multinacionales, que inclusive patentan sus productos, al mismo tiempo representa un costo superior porque también debe comprarse el paquete de agrotóxicos.
Con esta actividad Conamuri intenta visibilizar el trabajo de la mujer campesina y concienciar a las personas de la ciudad sobre el peligro que trae consigo la utilización de Organismos Genéticamente Modificados (OMG).
A su vez la organización Karu Mbegue (Slow Food Central Paraguay) ofrece hortalizas en macetas especiales para el área urbana, ya que pueden mantenerse en los balcones. La lechuga, orégano, ajito, albahaca pueden conservarse en los hogares, así como la mandioca y batata que si bien no pueden desarrollar sus raíces como de costumbre podrán consumirse como ingredientes sus hojas, ricas en hierro.
Karu Mbegue trata de que las personas se conecten con la tierra y se involucren en el proceso de preparación de los alimentos libres de químicos, atendiendo a que estos dañan la calidad del suelo, del agua, aire, el alimento y consecuentemente incide en la salud.
En la misma feria participan productores de Paraguarí, quienes ofrecen todo tipo de hortalizas, orgánicas, como zanahoria, tomate, locote y lechuga. Ellos indican que actualmente existe mucha demanda de estos productos, ya que las personas optan por una alimentación sana.
Sus productos se venden en forma mayoritaria en los supermercados, pero en esta ocasión se trasladaron hasta la urbe de Asunción para exponer las bondades de la tierra fértil.
Desde el mismo departamento, desde la localidad de Caapucú, los lugareños trajeron miel natural y diferentes postres como jaleas y compota de frutas.
Tampoco faltan las artesanías indígenas provenientes del Chaco paraguayo, donde a raíz de la sequía los nativos se ven obligados a vender sus productos para comprar comida.