CAACUPÉ
Numerosos chicos y adultos recordaron ayer al Divino Niño Jesús en la villa serrana. Muchos devotos acudieron ya desde el inicio de su novenario para honrarlo en la réplica de la antigua iglesia, en el Tupãsy Ycuá.
El obispo de Cordillera, monseñor Claudio Giménez, fue el celebrante de la misa principal rezada ayer por la tarde. Previo a la celebración eucarística tuvo lugar una procesión de la imagen del Niño Jesús por las calles de los alrededores del barrio Pozo de la Virgen. El feligrés Raúl Larán, en pago de una promesa hecha al Niño, faenó un vacuno para ofrecer un asado a la gente.
El almuerzo se realizó con 160 kilos de carne, comentó Larán. Por otro lado, para el cierre de estos festejos frente a la iglesia se previó la tradicional chocolatada con 1.000 litros de la bebida, acompañada de abundantes galletitas, chipas, rosquitas y otros.