“Por supuesto que me encantaría la final con Nadal, espero que sea contra él porque está jugando muy bien y en esta superficie espero que sea un oponente duro”, dijo el suizo a los medios antes de que comience el torneo, que se disputa hasta el día 2 de abril.
Federer destacó que la pista dura de Crandon Park puede hacer especialmente peligrosa la derecha del español, al que este año logró vencer en la final del Open de Australia y en los cuartos de final del Masters 1000 de Indian Wells (EE.UU.) la pasada semana.
Además, al ser un torneo en el que la bola es más lenta le facilitará al manacorí más tiempo para defenderse.
El ganador de 90 títulos ATP, que subió cuatro puestos en la última lista y se sitúa en el número seis, aseguró que aún se centra en su “regreso”, como él mismo lo calificó, y se mostró feliz de volver a ganar a jugadores del Top 10 después de su complicado 2016.
“Mi objetivo era estar entre los ocho primeros del ránking después de Wimbledon, pero voy bastante adelantado al plan”, dijo.
El suizo arrancó el año de manera dominante con su victoria en el Abierto de Australia y refrendó su buen estado de forma al alzarse con el trofeo en Indian Wells (EE.UU.) el pasado domingo.
“Nunca esperé esto de ninguna manera”, reveló días antes de debutar el próximo sábado en Miami ante el ruso Konstantin Krawchuk o un jugador procedente de la fase de clasificación.
Sobre su condición de “tapado” en torneo, en el que arrancará como cabeza de serie número 4, indicó que “no importa si eres favorito o no”.
En una hipotética tercera ronda, el de Basilea se enfrentaría al argentino Juan Martín del Potro, del que dijo estar feliz por su regreso, similar al suyo.
Federer ganó la final en el desierto californiano ante Wawrinka (6-4 y 7-5) y tan solo ha cedido una derrota en lo que llevamos de año, contra el ruso Evgeny Donskoy en Dubai. EFE
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