“Hoy nosotros somos los villanos porque perdimos, pero seguiré trabajando hasta el último suspiro con el corazón en la mano”, expuso en una parte de su conferencia de prensa en la que se le notó nervioso al técnico venezolano. “Todo lo que yo diga sonará ridículo, era un partido que no teníamos que perderlo y no lo pudimos sostener”, añadió.
Farías apuntó que no hay argumento que valga para explicar la derrota y luego reconoció que Cerro Porteño no tuvo la madurez necesaria para aguantar la victoria frente al modesto elenco de Santísima Trinidad. “Perdimos un partido que ganábamos, conseguimos el gol sin desesperarnos, pero no tuvimos el equilibrio para mantener la victoria”, sostuvo.
El estratega caribeño manifestó que es momento de hacer una reflexión profunda para evitar que este tipo de caída vuelva a suceder en un torneo en el que partieron como firmes candidatos. Afirmó que entiende el enojo de la gente, porque en el fútbol mandan los resultados, pero rebatió la opinión de que su equipo no juega a nada. “Eso es un argumento muy banal”.
Farías refirió que cuando se pierde ya no se ve la parte positiva que hace el equipo durante el desarrollo del compromiso. No obstante, dijo tener la certeza que el Ciclón mejorará ante los cafeteros, impulsado por la propia necesidad. “Me voy a ir a Colombia con el cuchillo entre los dientes y con el corazón para dar vuelta esta situación”, sentenció.
El Azulgrana cayó 2-1 por la quinta fecha de la competencia casera, la segunda caída en lo que va de la temporada. Iván Ramírez y Fabio Escobar anotaron los goles ñuenses, mientras que Luís Leal había adelantado al equipo de Barrio Obrero, que el martes, en Bogatá, hará su debut en la Copa Libertadores frente al copetudo Independiente Santa Fe.