El anuncio se presentó dos días después de que el Frente Primero Armando Ríos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciara que no entregará las armas y se separará de las negociaciones que la agrupación insurgente lleva a cabo con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Aunque se trata de la primera señal de disidencia al interior de las FARC, fuentes de seguridad gubernamentales han revelado que existe información sobre otros frentes que tienen la misma intención.
“Las decisiones se adoptan por mayoría y son de obligatorio cumplimiento para todos. La forma democrática de solucionar las diferencias internas impide por tanto la conformación de disidencias de cualquier orden”, indicó un comunicado del Estado Mayor de las FARC.
“Si los mandos y combatientes involucrados tienen el deseo de lanzarse a una aventura incierta, les corresponde hacerlo tomando un nombre distinto al de las verdaderas estructuras de las FARC-EP”, agregó.
La decisión de los disidentes se conoció casi dos semanas después de que Santos y las FARC firmaron en La Habana un cese del fuego bilateral, que marca el fin de la confrontación armada y deja a un paso de un acuerdo final con la organización rebelde que cuenta en sus filas con unos 7.000 combatientes.
El comunicado agregó que el grupo de renegados “apela a argumentaciones ideológicas y políticas a fin de ocultar la evidente influencia de intereses económicos opuestos a la terminación del conflicto”.
En una entrevista con Reuters el jueves, Pastor Álape, uno de los comandantes de las FARC involucrado en las negociaciones de paz, dijo que investigarán las razones por las que el Frente Primero rechaza el acuerdo y confió en que el resto de sus estructuras militares permanezcan unidas.