Los restos óseos pertenecen a ocho niños, de entre siete meses y 15 años de edad, y cinco mujeres con edades que van de los 28 a los 60 años, indicó el magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Florentín Meléndez.
Esta entrega “es en cumplimiento tardío de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) que condenó al Estado de El Salvador por los centenares de víctimas civiles” y “por no investigar los hechos y no aplicar las sanciones correspondientes”, reconció el jurista.
Aseguró que “ha sido gracias a la justicia internacional que después de décadas de haber sucedido esta masacre se ha comenzado a hacer justicia”, aunque permanece en la impunidad porque una ley de amnistía vigente hasta este año impedía procesar los crímenes de la guerra.
“Reconozco la falta de voluntad política por parte del Estado salvadoreño por investigar y aclarar este caso, por hacer justicia en este crimen de lesa humanidad” y quiero “pedir disculpas a los familiares de las personas asesinadas en centenares, no solo por la negación, si no por el retardo que hemos tenido”, concluyó Meléndez.
De las casi 1.000 personas que murieron en esa masacre, solo 27 restos han sido entregados a sus familiares, todos durante este año.
Dorela Márquez, presidenta de la Asociación de Víctimas de la Masacre de El Mozote, advirtió a la Fiscalía que las exhumaciones no solo constituyen un elemento de reparación a las víctimas si no que los restos son una prueba del crimen perpetrado por el Ejército, para el proceso judicial que fue reabierto recientemente.
“Lo que pensamos y pedimos de corazón, es no exhumar solo para que los familiares les den cristiana sepultura (a las víctimas), sino que también es una prueba que van a tener ellos (la Fiscalía) para que haya justicia” y “se busque a las personas que son responsables, porque no debían morir estas criaturas”, señaló Márquez.
María del Rosario López, quien recibió los restos de su madre y dos hermanos y perdió a más de una veintena de parientes, pidió a la sociedad salvadoreña que “vean que esto no es una mentira, que es una realidad que murieron niños inocentes y gente adulta que no sabía por qué la masacraban”.
“Es una historia que le pido a Dios no se vuelva a repetir porque no es fácil, uno ha sufrido demasiado la pérdida de su familia. De mi familia son 24 los que murieron y la mayoría fueron niños”, lamentó la mujer de unos 70 años entre lágrimas.
El pasado 30 de septiembre un tribunal ordenó reabrir el caso “histórico” de la masacre en El Mozote y sitios aledaños a raíz de la anulación de la ley de amnistía por parte de la Sala Constitucional de la CSJ.
Según el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas en El Salvador de 1993, entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981 unidades del Batallón Atlacatl torturaron y ejecutaron “deliberada y sistemáticamente” a niños, hombres y mujeres del cantón El Mozote y otros aledaños.
“De esta masacre existe el relato de testigos que las presenciaron, así como de otros que posteriormente vieron los cadáveres, que fueron dejados insepultos”, explica el informe.
Durante los 12 años de guerra, en los que se enfrentaron la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Ejército de este país, financiado por los Estados Unidos, murieron unas 75.000 personas y desaparecieron otras 8.000.
El FMLN es ahora el partido político oficialista en El Salvador, cuyo presidente es Salvador Sánchez Cerén. EFE
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