Juan José Brull y Vanessa Rodríguez
ÑEEMBUCÚ Y MISIONES
Las penurias que siguen sufriendo los pobladores de las zonas golpeadas por las lluvias parecen no tener fin, porque cuando por fin parece que el agua va a cesar, vuelven las precipitaciones, empeorando su situación
“Desde la Semana Santa sobrellevamos esta situación, nuestra casa está rodeada de agua, tengo una niña de 2 años, coloqué en mi casa alambre tejido para evitar que salga, porque si sale va a quedar a merced del agua. Si voy a salir lo tengo que hacer a caballo”, dijo la señora Nélida de Maidana, de la compañía Hugua’i Norte de Yabebyry.
Nélida recuerda que la última vez que vivieron una situación similar fue hace 19 años; “el arroyo está alcanzando esta altura por primera vez, ante una emergencia la única forma de salir que tenemos es en canoa”, lamenta.
Ella, al igual que otros vecinos, sobrevive como puede. “Cada tanto tratamos de ir al lugar donde las vacas se refugian, para ordeñar y tener la leche, agradecemos al intendente que siempre nos trae víveres”, dijo la mujer, que vive con su esposo, un hijo con discapacidad, de 24 años, y su pequeña de 2 años.
Don Amalio Velozo, presidente de la comisión vecinal de Costa Yabebyry, que actualmente es el canoero que lleva a estudiantes al colegio, en una precaria embarcación a remo, expresó su preocupación: “Es peligroso, el arroyo tiene 200 metros de largo y un metro y medio de profundidad, en cada viaje pasan 8 niños y es sumamente arriesgado”, dijo.
Ayolas y pilar. En la zona de Estero Bellaco, a 30 km de Ayolas, la situación es similar. Una de las pobladoras, Zulma Vázquez, relató que hay varias familias afectadas: “Esto afecta a los más pobres; hay muchos niños y ancianos; necesitamos víveres y carpas” indicó.
Tomás García, presidente de la comisión vecinal, está realizando las gestiones ante el Municipio de Ayolas para que asistan a los afectados.
En Ñeembucú se agrava la crisis social provocada por las inundaciones; y hay preocupación entre productores pecuarios y autoridades.
Lo más complicado hasta ahora es la pérdida total de los cultivos de productos para el consumo familiar; a lo que ya se suma la muerte de los animales, lo que complica aún más el desolador panorama.
Y el clima continúa afectando con severidad al duodécimo departamento, pues en la víspera ingresó un frente frío, con lloviznas, condiciones muy adversas para los animales que aún sobreviven.
“Los productores están sacando animales a las zonas más altas”, dijo el productor Alvino Molinas, que manifestó que es preocupante la situación, sobre todo en los distritos de Guazú Cuá y Tacuaras, que se encuentra totalmente aislados.