Hasta ahora, el mandatario no llegó a tener una comunicación con ellos, comentaron los familiares. Ellos esperan que él, como responsable de velar por el país, pueda darles una solución efectiva a la situación.
Los padres del suboficial, Apolonio Morínigo y Obdulia Florenciano, más el hermano, Milciades Morínigo, llegaron a la capital por segunda vez con la misión de tener respuestas concretas. Hace dos meses vinieron la primera vez, recorrieron el Congreso Nacional y el Ministerio del Interior, pero aún las promesas que le hicieron no fueron cumplidas.
La madre del secuestrado por el EPP indicó que las autoridades no les prestan la atención debida, ya que intentan siempre hablar con el comandante de la FTC, general Ramón Benítez, pero es en vano. “No tienen tiempo para atender el teléfono”, dijo. Agregó que ni siquiera desde la Fiscalía les contestan para darle alguna noticia.
“El fiscal general (Francisco Javier Díaz Verón) se había ido a visitarnos el 30 de diciembre, y después ni el mismo fiscal competente del caso, Joel Cazal, se comunicó con nosotros. Yo insistí mucho en contactar con él; quería hablar con él, pero nadie nos hace caso”, mencionó Obdulia.