Adolfo Díaz Gill recordó al hermano como un “incansable trabajador y como uno de los bioquímicos más destacados del país gracias a su invalorable aporte”. Su carrera fue destacada por la perseverancia y la tenacidad que lograron que lo que en principio fue un pequeño espacio en el que empezó el laboratorio, luego de años de intenso trabajo se convirtiera en un centro referente en el ámbito. El profesional fue fundador de Díaz Gill Medicina Laboratorial SA, empresa líder en el rubro a nivel local con seis divisiones: Laboratorio clínico, control de dopaje, control de productos farmacéuticos, toxicología clínica y forense, y control de productos alimenticios.
Además de la bioquímica, otra de las pasiones de Gustavo Díaz Gill era la música. Prueba de ello fue su aporte a la fundación de la Jazz Band del Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA) cuando era presidente de la institución.
Sus restos fueron velados en el salón velatorio de Jardín de la Paz, en Lambaré.