Pereira aseguró que hasta el momento está conforme con el actuar de la Justicia, con la detención del supuesto implicado, además del comisario Jorge Zárate, responsable de la comisaría que intervino en el lamentable hecho.
Sin embargo, criticó la desidia de otros organismos del Estado, que recién en estos días se pusieron en contacto para interiorizarse de la situación de Richard. “Anoche recién se comunicó conmigo el vocero del ministro de Salud, luego de que fui a un programa y me dijo que hoy va a estar por casa, para evaluar la situación y darle ya un tratamiento a mi hijo”, añadió. Luego agregó el padre que el joven baleado está acudiendo a sesiones de fisioterapia que están siendo costeados por su familia y sus amigos. Cada una de las sesiones tienen un costo de 300.000 guaraníes, según expresó.
Sin embargo, a pesar de la situación adversa, el joven Richard Pereira, según el papá, se encuentra mejor de ánimo y con ganas de luchar para poder volver a su vida normal. “Él está estable y se encuentra bien de ánimo. La está remando, como se dice. Estamos en la lucha”, agregó el padre.
ÚH intentó comunicarse con la fiscala Pamela Pérez Trinidad, que está investigando el hecho por parte del Ministerio Público, pero esta no respondió a las llamadas telefónicas.
El hecho. En la madrugada del sábado 13 de agosto, pasadas las 04.00, Richard Pereira Ramírez, que se encontraba a bordo de un automóvil de la marca Peugeot, fue perseguido por una patrullera de la Comisaría Cuarta Metropolitana. Cuando llegó hasta las calles 24ª Proyectada y Pa’i Pérez, barrio Obrero, fue alcanzado por el móvil policial en el que estaban el comisario Jorge Zárate y el suboficial Jhonie Orihuela. De acuerdo a las investigaciones, el joven bajó del auto, desarmado y con las manos en alto; sin embargo, Orihuela, tras obligarlo a que se arrodille, le disparó en la nuca.
El pasado jueves 18 de agosto fueron detenidos ambos uniformados.