Tres recientes ex ministros del Interior coincidieron en que un fortalecimiento de las direcciones de inteligencia de los organismos de seguridad y una estrategia a largo plazo son los puntos claves para la lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
De igual manera, todos coincidieron en que más allá de la cantidad de efectivos militares y policiales que el Estado envíe a la zona de influencia del grupo armado en el departamento de Concepción, es más importante la capacitación especializada de aquellos policías y soldados.
Asimismo, los ex ministros Nelson Mora, Rafael Filizzola y Carmelo Caballero indicaron que el problema social debe ser atacado de forma paralela, con mayor presencia del Estado en el norte del país.
En ese sentido, destacaron que uno de los principales obstáculos en el combate es el vasto conocimiento que tienen los miembros del EPP en la zona en que se mueve y también la ayuda que reciben, ya sea por temor, simpatía con su forma de actuar o motivos económicos, de parte de decenas de pobladores de distintas comunidades.
Obstáculos. Nelson Mora destacó que el Poder Ejecutivo haya involucrado a las fuerzas militares en la lucha al grupo y recalcó que la clave es fortalecer el trabajo de inteligencia.
“Necesitamos ser más proactivos, ejercer más el poder. Tenemos que ir nosotros, por eso es fundamental un buen trabajo de inteligencia y saber manejar la inteligencia. Tanto nuestros policías como militares estuvieron siempre entrenados en el esquema de la doctrina de seguridad nacional, que es la Policía del Estado atacando a quienes piensan diferente. Eso ya no se necesita”, apuntó el abogado.
Por su parte, Rafael Filizzola indicó que el EPP creció debido a que los distintos gobiernos de turno no se preocuparon en tomar como prioridad la lucha a este grupo.
“Es un fenómeno de los 90, que se intensifica en los 2000 y se consolida con el Gobierno de Nicanor Duarte Frutos. En todo este tiempo tuvieron varios altibajos”, aseguró el ex ministro Filizzola.
“Tiene que estar clara la cadena de mando para que haya una organización eficiente. Tenemos por un lado el Ministerio del Interior, el de Defensa, el comando militar, el comando policial. Si no hay una unidad de mando, los recursos van a seguir siendo utilizados de manera inadecuada”, añadió.
El ex ministro Carmelo Caballero sostuvo que se deben elaborar estrategias a largo plazo para conseguir resultados. “A veces ante una urgencia se tiene que cambiar un ministro, no pocas veces eso se retrotrae a iniciar de nuevo todo. Eso baja líneas sobre los recursos humanos. En un país serio las políticas de estado, voy a decir algo consabido, trasciende claramente un gobierno, a un signo político, entonces eso es lo que hace la fortaleza de la institucionalidad”, afirmó el abogado.
“Pero si un personal policial o militar está pendiente de cambios, tampoco siente la seguridad que su trabajo va a ser respaldado. Si se mantiene a un grupo trabajando, eventualmente puede conseguir fuentes, información. Lleva su tiempo generar confianza por parte de los informantes”, agregó Caballero.