El niño había sido sometido a un retrasplante de corazón el pasado 5 de abril, debido a una falla cardiaca leve que detectaron los médicos. Su primera intervención quirúrgica se realizó a los cuatro años en el Hospital Pediátrico Prof. Dr. Juan P. Garrahan, en Buenos Aires, Argentina.
“El trasplante había prendido y no presentaba signos de rechazo, Miguelito tenía además una falla crónica renal y hepática y, lastimosamente, esos dos órganos no pudieron recuperarse después del trasplante, y fue lo que ocasiono su fallecimiento finalmente”, manifestó a ÚH la doctora Nancy Garay, Jefa de Cardiología del Hospital de Acosta Ñu.
Miguelito tenía insuficiencia renal desde hace más de un año, aseguró Garay. “Pensamos que al retrasplantarle podría recuperarse. Lastimosamente, es un niño que lleva un buen tiempo enfermo también, desde los tres años, entonces también la resistencia de su cuerpo tiene límites y, lastimosamente, hoy se produjo el detonante final”, explicó.
Al joven se le ofrecieron tratamientos complejos y muy cuidadosos, según la doctora. “Se le dio todo lo que la medicina de alta complejidad puede ofrecer a un ser humano para conservarle la vida. Hicimos todo lo que pudimos hacer por él, no le faltó nada, lo asistimos hasta el final, todo el equipo del Acosta Ñu, pero lastimosamente esta vez no tuvimos éxito”, lamentó.
“Estamos todos muy tristes por esta pérdida, y solamente puedo decir que admiro mucho a los padres que han demostrado una fortaleza y una lucha hasta el final con sus hijos”, destacó.