El extinto artista realizó una carrera que supera las cuatro décadas en el oficio del séptimo arte, así como giras por Sudamérica. Pasó gran parte de su vida en Francia, donde residió desde los ‘80, tras su exilio de Argentina.
Herrera vivió en nuestro país a fines de los sesenta, y fue parte del Festival Internacional de Teatro organizado por el Cepate, en donde presentó su versión escénica del relato El sonámbulo, de Augusto Roa Bastos, puesta que volvió a presentar en años posteriores
El argentino compartió escenarios con profesionales paraguayos como los actores Ramón Del Río, Alejo Pesoa, Óscar Rodríguez Campuzano y Erenia López, así como el luminotécnico Ñeco Rabito.
En Asunción, entre 1965 y 1968, organizó diversos emprendimientos artísticos, como lecturas de teatro clásico, invitado por José-Luis Appleyard, o bien, montando puestas teatrales como Dr. Knock o el triunfo de la medicina, de Jules Romains, con el Grupo Paraguayo-Francés.
“Era buen actor, pero su fuerte fue la dirección escénica. Realizó varios montajes, entre ellos Dr. Knock o el triunfo de la medicina, una obra teatral muy trascendente como comedia en su época. Yo actué en esa puesta bajo su dirección”, reveló el actor Ramón Del Río, afirmando que Herrera tenía un gran espíritu bohemio.