CIUDAD DEL ESTE
El ciudadano extranjero que en diciembre del año pasado fue detenido como sospechoso de los golpes y torturas a un niño de un año y cuatro meses, enfrentará juicio oral y público, de acuerdo a la resolución de Cynthia Garcete, jueza Penal de Garantías, de Ciudad del Este.
Se admitió la calificación de lesión grave, que tiene una expectativa de pena de hasta 10 años de privación de libertad. La fiscala acusadora es Juliana Giménez. La defensa del extranjero, por su parte, planteó una serie de nulidades a la cual el Juzgado no dio trámite favorable.
Para la agente del Ministerio Público, las pruebas médicas y científicas recabadas en la etapa investigativa demuestran que el pequeño estuvo en permanente riesgo, por lo que cabe la calificación de lesión grave y también violencia familiar. El hombre se presentó durante la feria judicial ante el Juzgado y desde entonces guarda reclusión en la Penitenciaria Regional.
La madre del niño, que en la época era una menor de 17 años de edad, responde al proceso en libertad y fue imputada por violación al deber de cuidado. La audiencia preliminar para ella debe darse recién en el 2018. La criatura fue entregada en guarda a cargo de una tía paterna, por disposición del Juzgado de la niñez, según los datos.
Durante la audiencia preliminar realizada el pasado 13 de julio, en el Juzgado Penal de Garantías, en el barrio Boquerón de Ciudad del Este, la Fiscalía se había ratificado en la acusación contra el hombre, quien se encuentra con prisión preventiva.
EL CASO. El 20 de diciembre del año 2016, la madre del pequeño junto con el ciudadano extranjero llevaron al bebé hasta el Hospital Regional, pero el niño se descompensó y los médicos lo asistieron en el área de Urgencia Pediátrica por su estado crítico.
El padrastro pudo huir en aquella oportunidad, pero la menor fue detenida. Luego se comprobó que el bebé tenía lesiones en varias partes del cuerpo, mordeduras en las orejas y varias uñas arrancadas con los dientes, de acuerdo al relato de los médicos que lo trataron.
Los pediatras que lo atendieron indicaron que el niño pudo haber muerto a consecuencia de los maltratos recibidos que derivaron en múltiples infecciones y la desnutrición severa que tenía. Cuando el menor fue dado de alta, todavía se veía en su rostro los rastros de mordeduras y quemaduras que le hicieron.
Durante el tiempo que estuvo en el hospital le hicieron varias cirugías para sacarle las secreciones dañinas que le produjeron las infecciones.