Al punto de verse obligados a solicitar que más gente ya no acceda al recinto del Talleyrand Costanera en ambas noches (la del miércoles y la de ayer), los organizadores pidieron las disculpas a quienes no pudieron ingresar, adelantando que en la próxima edición buscarían un espacio más amplio.
Rodrigo Rivarola, presidente de Capro, expresó que es difícil cuantificar el nivel de crecimiento en el ingreso de botellas de la bebida al país, pero que sí es patente el incremento sustancial de vinos de alta gama, ya que los importadores se animan cada vez más a traer etiquetas de todo el mundo, y ya no solamente de la región, caso de Chile y Argentina.
“En esta novena edición de la Expo Vino, estamos dándonos cuenta de que hay más consumo de la bebida, y que el público es más exigente, trata de viajar y hacer las llamadas ‘rutas del vino’, en localidades de Chile y Argentina, y de ahí viene con más demanda para probar novedades en el rubro”, destacó.
En la Capro están más de 60 socios, y dentro de esa cantidad hay importadores exclusivos de vinos de la región, además de crecer también los provenientes de Sudáfrica, Canadá y Europa. “Hay cepas nuevas que venimos incorporando año a año, y en este evento casi todas las marcas traen sus novedades”, sostuvo.
Por su parte, Milco Oddone, miembro de la directiva del gremio, destacó que no solo hay que mencionar la cantidad de botellas importadas, sino la calidad, ya que el público local afina sus gustos y conoce cada vez más del mundo vinero.
Capro también estudia la posibilidad de realizar una Expo similar, pero con productos alimenticios gourmet.