Un teléfono utilizado por estos expertos recibió mensajes de texto con el propósito de ser infectado por el software de espionaje Pegasus, fabricado por la empresa israelí NSO Group y que se vende exclusivamente a gobiernos para combatir a terroristas y criminales, indica un análisis de la Universidad de Toronto.
Los hechos ocurrieron a principios de marzo de 2016, poco después de que el grupo de la CIDH criticara al gobierno mexicano por interferir en su investigación, y mientras preparaba su reporte final sobre este crimen que valió al gobierno numerosas críticas por parte de la comunidad internacional, añade. El análisis de la universidad canadiense confirmó además que al menos 19 personas fueron blanco del programa NSO en México, incluyendo abogados, políticos, periodistas, activistas que combaten la corrupción, científicos, defensores de la salud pública, agentes gubernamentales y sus familiares.
El escándalo sobre el presunto espionaje estalló el 19 de junio a raíz de un reportaje publicado por el diario The New York Times, que reveló los hallazgos de la Universidad de Toronto y otras organizaciones. Esto llevó a un grupo de activistas y periodistas a denunciar legalmente al gobierno de México por intervenir sus teléfonos móviles.
La presidencia de México negó estar detrás de estos espionajes y la fiscalía general anunció una investigación sobre el caso. Pegasus envía mensajes desde direcciones o dominios falsos supuestamente pertenecientes a servicios de noticias, redes sociales y hasta la Embajada de EEUU, acompañados de enlaces maliciosos que al ser abiertos por el usuario permiten la infección del dispositivo. afp