Gajardo habló acerca de la necesidad de que el sector privado tenga una mayor participación política y social, especialmente en lo que tiene que ver con el control del uso del dinero público.
La intención es que “no sea un solo actor el que defina las políticas de un país, que son siempre los políticos, sino que sea algo más coordinado, enfocado a que la sociedad civil, el empresariado y los académicos también sean partícipes del proceso”, explicó.
Reconoció que este proceso no es fácil, pero es necesario. Consultado acerca del principal desafío del país y de la región, respondió que la corrupción. “La corrupción les ha quitado el crecimiento económico a muchos países. Ha mermado bastante el proceso, pero hay países con menos corrupción que avanzan de mejor manera”, explicó.
Con respecto a Paraguay, dijo que es un país que ha crecido mucho desde la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), pero que aún queda mucho por hacer, en áreas donde el sector privado puede aportar activamente.
“No podemos quedarnos tranquilos, hay que seguir teniendo más democracia, más apertura, más transparencia y que todos los actores trabajen de forma coordinada”, indicó Gajardo.
Por su parte, el directivo de la CAP, Carlos Biedermann, dijo que la participación en la democracia no termina en el voto, y bajo esta premisa, plantean un control de los impuestos.
Los empresarios desde hace varios años que vienen insistiendo en la necesidad de tener una participación en las políticas públicas.