El especialista llegó a América Latina para brindar una serie de ponencias, y la de ayer en el Hotel Internacional se tituló: “Los peligros del endeudamiento externo ¿Adónde va Paraguay?”, invitado por la entidad Friedrich Ebert Stiftung.
“Paraguay mantuvo un nivel estable de crecimiento en su deuda externa hasta el año 2012, ahora es de unos USD 4.600 millones, y su incremento fue mucho mayor a la evolución hacia arriba de su deuda interna”, enfatizó.
Los bonos internacionales constituyen el factor primordial en el aumento de los niveles de deuda, especialmente entre 2013 y 2015, según rememoró; e incluso ubicó a los títulos como la referencia principal en torno al pasivo como Estado, traducida en valores de USD 1.800 millones en 2015 hasta alcanzar USD 2.900 millones en 2017.
El referente brindó aspectos de lo que denominó las características de la deuda pública paraguaya, catalogándola de contar con un nivel relativamente bajo respecto de los países vecinos; pero con un alto porcentaje de deuda externa privada, con tendencia hacia las nubes en la deuda externa total y con el signo de nunca haber sido reprogramada, a diferencia de países como Argentina, que acudió varias veces a una refinanciación con los acreedores.
Al hacer referencia a las posibilidades de frenar el ritmo creciente de la deuda, dijo que ello podría llegar mediante la responsabilidad fiscal, el mejor control parlamentario y una protección contra los ajustes futuros; pero que también tendría sus desventajas, a saber: menor flexibilidad del Gobierno para responder en situaciones de recesión y difícil implementación de políticas anticíclicas, entre otras.
Para “salir de la trampa” de una deuda excesiva, recomendó incluir toda la deuda en un solo proceso de renegociación y buscar imparcialidad en la toma de decisiones.