El europeo –quien ejecuta instrumentos desde los 5 años y desarrolló gran parte de su carrera en Roma– comenzó a aficionarse por la música gracias a su padre.
El repertorio que se podrá disfrutar esta noche incluye dos piezas: la obertura de El turco en Italia, de Gioacchino Rossini, y el Concierto N° 2 para cclarinete y orquesta, Opus 74, de Carl María von Weber.
Mariozzi comentó que se trata de composiciones que son “muy difíciles de interpretar, muy transparentes”.
Consideró que los músicos de la OSN tienen muy buena base y que quizás falta un poco más experiencia entre sus integrantes, algo que se adquiere con el tiempo.
“La música es cultura, es fundamental al igual que el trabajo para que haya democracia y dignidad”, comentó el maestro, quien señala que “si una composición no te deja una melodía, no te toca el corazón, no sirve de nada”.