“Omarcha porâ hína la venta. Rogueru kesu, harina de maíz, batata, mandioca, choclo. Excelente está. Aju Caaguasúgui”, dijo Marta Duarte, de un comité de producción que se instaló en el predio de la plaza Infante Rivarola, del barrio Villa Morra. Los productos, como el queso, se vendieron a G. 25.000 el kilo.
La feria es casi una rueda de negocios de la agricultura familiar campesina. Se aprovechó para realizar conversatorios sobre la problemática de las semillas porque no hay disponibilidad en el mercado agroecológico. Hubo intercambio de semillas y diálogo “entre el campo y la ciudad”.
Desde Caapucú, otros comités de productores llegaron a Villa Morra con queso, poroto, miel de abeja y variedad de dulces. “Se vende bien”, resaltó María Celia González.
Otras exposiciones. Ferias de venta de verduras, frutas y otros rubros ecológicos también causaron furor en el colegio Cristo Rey; frente al Indert, en donde apareció un famoso comprador, el maestro Luis Szarán. Además hubo feria en el colegio Técnico Javier y en el Bañado Sur, para la gran oferta de Semana Santa.
La agricultora Bani Maidana llegó al Cristo Rey desde Tañarandy, San Ignacio. “En un minuto vendí todito”, comentó la productora. Trajo unos 20 kg de pollo casero, 40 kg de queso Paraguay y otros productos como la harina de maíz, que se utilizan para preparar platos típicos durante en días santos. “La gente sabe que los productos naturales son más saludables que los rociados con agrotóxicos, que producen hasta cáncer”, apuntó.