Yvyra pytã, timbó, yvyraro, kurupa’y, guajayvi, entre otras especies nativas, y un cauce hídrico se pueden observar en parte de las 34 hectáreas del Parque Guasu Metropolitano que desaparecerían para dar lugar a la construcción de dos piletas de atenuación ante crecidas que afectan, sobre todo, a los pobladores de Limpio. En el sitio, donde ya fue intervenido por maquinaria, se pudieron constatar huellas de mamíferos como nutria, jaguarundi, aguara’i y aguara pope.
Técnicos del Ministerio de Obras Públicas, de la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna), Secretaría del Ambiente, Municipalidad de Asunción y sociedad civil en general realizaron ayer un recorrido in situ en el Parque Guasu Metropolitano, donde se pudo observar que existe una reserva considerable.
Ante dicha situación resolvieron conformar una mesa de trabajo para analizar qué medidas adoptar, mientras la obra seguirá avanzando. La reunión sería recién el próximo miércoles.
Sin Precisión. Los ingenieros forestales que acompañaron el recorrido confirmaron que existen árboles nativos de gran importancia y pérdida del hábitat de las especies que se encuentran en el lugar. Ante esta afirmación, las miradas del público presente fueron puestas hacia los funcionarios del MOPC y de la Seam.
El representante de la Secretaría del Ambiente, presente en el sitio, dijo que no evaluó la carpeta ya que es jefe del Departamento de Monitoreo y solo vino a “acompañar” el recorrido, en tanto que los ingenieros de Obras Públicas no supieron definir si la masa boscosa sería afectada. Tuvieron que llamar al constructor para definir si formará parte de la intervención. El obrero confirmó que efectivamente la zona boscosa será afectada.
Al respecto sostuvieron que toda la vegetación que se sacrifique se reponería en otro lugar. En este caso, el movimiento de suelo realizado se llevará para preparar el terreno para construcción de viviendas en el Bañado Norte.
Informes. Por su parte, el ingeniero Víctor Benítez, asesor de la Conaderna, señaló que aún son necesarios varios estudios sobre lo que se alterará en el lugar por lo que en la mesa de trabajo se necesitan de todos los documentos; tanto de Seam como del Instituto Forestal Nacional (Infona), cuyos miembros a pesar de la invitación para la verificación no estuvieron presentes, según Benítez.
El jefe del Departamento de Recursos Naturales de la Comuna capitalina, Diego Sosa, dijo que en el expediente presentado se necesita más información como el relatorio de impacto ambiental. “Tampoco tenemos pedido de permiso para derribo de un solo árbol”. Ayer, vecinos del lugar intentaron parar la obra, uno de ellos se colocó con su bici frente a las máquinas, pero no tuvo éxito.
Existen especies exóticas y nativas que ya están regenerándose. Esto amerita una conservación. Víctor Benítez, asesor de Conaderna.
Es absurdo pretender que una obra no tenga impacto sobre el ambiente, pero será mitigado.
Hugo Ruiz, MOPC.
No figuran en el estudio de impacto ambiental mamíferos como apere’a, aguara’i, nutria y otros. Luis Recalde, ambientalista
Harán reunión con técnicos
Se reunirá la Comisión de Infraestructura Pública de la Junta Municipal con el director de Gestión Ambiental de la Comuna, David Cardozo, y el ingeniero Óscar Rivas, asesor de la Intendencia, a fin de aclarar si la obra en el Parque Guasu tiene permiso y licencia ambiental. Aún no se definió la fecha de la reunión.
Piden suspender licencia ambiental
La Cámara de Diputados presentó ayer un proyecto de declaración urgiendo al Poder Ejecutivo, específicamente a la Secretaría del Ambiente (Seam), suspender los efectos de la Declaración de Impacto Ambiental otorgada al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones referente al proyecto de construcción de lagunas de atenuación de crecidas en el Parque Guasu Metropolitano.
Ayer, el presidente de la Comisión de Ecología, Recursos Naturales y Medioambiente, diputado Pastor Vera Bejarano, presentó un proyecto de ley “Que declara área silvestre protegida el Parque Guasu Metropolitano”.
Con la normativa se busca la sensibilización, el debate y frenar todo proyecto que pueda resultar perjudicial para esta zona, como la intención de deforestar un sector de 34 hectáreas del espacio verde.