Su figura fue una de las más cercanas al fallecido presidente Hugo Chávez y su papel en la llamada “revolución bolivariana” fue defendido por el chavismo y el propio Nicolás Maduro cuando a mediados de 2014 fue detenido en Aruba señalado por EEUU por narcotráfico y liberado poco después por las autoridades holandesas.
El mayor general, que estuvo al frente del Departamento de Inteligencia por más de siete años en los gobiernos del fallecido presidente y de su sucesor, reconoció a Efe que el país vive “un conflicto que viene de muchas cosas”, y en el que urge una negociación.
El escenario “es el resultado de una economía en crisis” pues “han pasado tres años y todavía no vemos luz en el túnel” y observa que aún no se ha “tocado fondo”.
Sin responsabilizar directamente al gobierno, Carvajal señala que la ola de protestas antigubernamentales, que se han saldado hasta ahora con 100 fallecidos, tiene “una causa bien conocida por la gente”.
“Esto tiene unas características especiales, yo veo que a veces no hay ni dirigentes opositores convocándolo, algo espontáneo está pasando allí”, dijo y agregó que es “digno de analizar” que los manifestantes “no tienen miedo”.
“Eso pudiera intensificar el conflicto, yo digo que estamos en las puertas de una guerra civil, es lo que viene (...) todos los pasos se han ido cumpliendo”, advierte.
El militar retirado, que asegura que morirá como chavista, cree que en este punto de la crisis “tiene que haber necesariamente un acuerdo” entre el gobierno de Maduro y los líderes de la oposición.
Carvajal opina que la Constituyente “no resolverá los problemas del país”.