En forma unánime, sentenciaron al policía Fabián Sebastián Verón Giménez, quien fue hallado culpable de matar a Amado Benegas, tras un incidente que se inició por el roce de sus motocicletas.
El hecho se registró el 20 de mayo de 2012, en las calles Nicaragua casi Teniente Insfrán, de la capital. A raíz del homicidio, los vecinos casi lincharon al policía, que fue salvado por los agentes antimotines.
Juan de Rosa Ávalos, fiscal de la causa, requirió la pena de 7 años de encierro, mientras que la defensa solicitó 5 años de cárcel, con la calificación de homicidio por excitación emotiva.
Los jueces Víctor Alfieri, Daniel Ferro y Elio Ovelar, en forma unánime, señalaron que se probó que hubo dolo en el actuar del policía al matar a Benegas.
Verón había dicho en su indagatoria ante los jueces que eran dos personas, y que supuestamente quisieron asaltarle, por lo que disparó, aunque no con la intención de matar.
ROCE. Por su parte, los jueces dieron credibilidad a los testigos que explicaron que hubo un roce y que luego la víctima fue a encarar al policía. En ese instante se produjo el incidente que desembocó en la muerte del joven.
Ovelar criticó al policía al señalarle que su conducta era doblemente reprochable porque los civiles confían su seguridad en los agentes.
También explicaron que tomaron en cuenta la pericia que confirmaba la trayectoria del proyectil que hirió a la víctima.
Con estos argumentos, los jueces decidieron que la pena justa y útil era la de 10 años de cárcel.
Las partes analizarán el fallo, para determinar si recurren o no.