ENCARNACIÓN
Al desolado paisaje de las playas de Encarnación, se suma el de los arroyos de la ciudad, afluentes al Paraná, como el Santa María, donde el olor y el paisaje son de lo peor. El estado se evidenció tras las intensas lluvias, donde se alcanzó el pico de afluencia al embalse de Yacyretá.
La EBY anunció que aprovechará la situación hidrológica (caudales afluentes bajos al embalse) para la inspección de su franja costera y obras principales. Se estima que los caudales volverán a sus valores normales la próxima semana.
Pero según el ingeniero Gustavo Segovia, ex funcionario de la binacional, el ente no dice toda la verdad y hay sobreelevación del embalse. “Se maneja de acuerdo a la necesidad de los argentinos y su demanda de energía no se respeta el tratado, y con estos abusos sobrevienen los inconvenientes”, sentencia.
“La presa está siendo sometida a esfuerzos adicionales para lo cual no ha sido construida, tenemos 65 km de presa de tierra, de un lado del talud se encuentra protegida por el sistema rip-rap, piedras de un tamaño interesante que han sido perjudicadas en este último evento, por eso están bajando las aguas para poder revisar”, significaba Segovia.