CIUDAD DEL ESTE
El dilatado proceso judicial por extorsión iniciado hace casi 9 años iba a entrar ayer en la etapa final con la apertura del juicio oral y público, pero tuvo que ser suspendido porque el acusado, ex fiscal Roberto Velázquez Vezzetti, recusó al Tribunal de Sentencia, que rechazó un pedido de extinción de la acción que planteó. El otro procesado es el subcomisario Carlos Roberto Arévalos Duarte.
La expectativa de pena por el delito es de hasta 5 años de prisión, pero el fiscal Igor Cáceres afirmó que en el transcurso del juicio analizará qué pena pedir al Tribunal.
El acusado, por su parte, sostiene que no hubo extorsión y que hay un acuerdo entre las partes. Asimismo, acudió a la audiencia con una camisa y pantalón sport, aduciendo que le robaron el traje en Ciudad del Este, al pedir disculpas al Tribunal.
Las defensas del ex fiscal y el subcomisario plantearon ayer un incidente de inclusión probatoria y extinción de la acción, al señalar que hay un acuerdo privado entre ellos y la víctima, Francisco Feliponi, por el que cesaría el proceso penal. Velázquez también mencionó una absolución del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados en el mismo caso, como otro antecedente para pedir la extinción.
Las magistradas Evangelina Villalba, Lourdes Morínigo y María de Fátima Burró rechazaron el pedido luego de señalar que, al existir extorsión, la víctima estuvo en peligro de perder su libertad, por lo que no cabía ningún acuerdo.
Antes, el fiscal Cáceres también recordó al Tribunal, al solicitar su rechazo, que el mismo pedido se había realizado en la audiencia preliminar y había sido rechazado por el juez de Garantías.
Tras la recusación por falta de confianza y supuesta parcialidad, el Tribunal resolvió suspender el juicio oral y público y elevar el expediente a la Cámara de Apelaciones.
ANTECEDENTES. Velázquez y Arévalos fueron imputados por extorsión, por un caso de diciembre del año 2008. Para el ex fiscal, la imputación es solo en grado de tentativa. El entonces oficial primero Arévalos Duarte había cobrado supuestamente 1.500 dólares a Feliponi, supuestamente, enviado por el entonces fiscal de Santa Rita, para evitar una imputación por contrabando.
Feliponi había conversado previamente con el agente fiscal por teléfono, según los antecedentes. Un suboficial que conducía la patrullera en la que llegaron al supermercado Primavera, perteneciente a la víctima, fue sobreseído en el caso.
ACUERDO. La víctima, el comerciante Luis Feliponi, tuvo que explicarle al Tribunal Colegiado la razón por la que había firmado el acuerdo con los supuestos extorsionadores. El comerciante explicó que estaba ya cansado de cargar tantos años con ese problema, que incluso llegó a afectar su salud, razón por la cual decidió firmar el acuerdo con los acusados, sin recibir ningún resarcimiento.